Y no quería darse cuenta
de que realmente él
perdió el control.
cada vez más sólo
separando el color del dolor
y el amor nos destrozará
otra vez y otra.
En una atmósfera solipsista
mezclada en el juego de las sombras
estos días son condena y aislamiento
ocultos en lo alto viendo
un amanecer que se desvanece
y no le llega la transmisión.
Nadie dice nada,
nadie quiere ser
el líder de los hombres
prefieren silenciar
incubar un desorden musical
como novedad en estos días
y el amor, el amor nos destrozará
una vez más y otra.
Desde una cuerda decimal,
impulsos atados por el cuello
le engañó el desamor
una atrocidad mortal
convertida en inconveniente
en 24 horas,
las mismas horas escondidas
como un tesoro enterrado
entre Varsovia y Komakino.
quizás haberse ido tan pronto fue lo que le ha hecho tan grande
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