sábado, 17 de abril de 2010


Pablo, menos mal que te encontré en aquel todo a cien, domingo matutino. Yo iba a comprar doce tuppers exactamente iguales. Mismo tamaño, grosor, mismo color. Andaba por los pasillos sin referencias, sin más complicación que aguantar lo mío, ya sabes. Y allí estabas tú, Pablo. Entre los marcos para fotos y las lámparas de Buda. Todos los relojes por primera vez, indicaron bien la hora. Accediste a mi corazón por la entrada más pequeña que tenía. Si un día dejas de sonreírme, si un día te vas sin dar explicaciones o si llega el momento en el que dejes de agitar tu mano y no me mandes más besos, seré la mujer más triste que pueda haber en el pasillo de los marcos para foto y las lámparas de Buda.


"la traumatada"



NLM entre pasillos sin alfombras

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